Clara Cirera, actriz
Hace ya casi una década que Clara Cirera vive en París donde se ha abierto camino trabajando en lo que más le apasiona: ser actriz. Con su gigantesca expresividad, su versatilidad y energía, ha participado en varios proyectos donde destaca su Nina en La mouette de Tchekhov o su Angustias en La Maison de Bernarda Alba de Lorca. Más recientemente se ha lanzado también a crear el espectáculo, Mujeres, y a coescribir su primera obra: les précieuses Marionettes. Ahora recuerda Barcelona, su ciudad natal, en el cuestionario Barcelonogy.
¿Qué significa Barcelona para ti?
Vida, energía, alegría, y, también, nostalgia.
¿Cuál es tu ocupación actual?
Soy actriz.
Un barrio.
Gracia.
Un recorrido.
Las calles de Gracia en Agosto, durante las fiestas del barrio.
Un edificio.
El edificio del antiguo Deutsche Bank ubicado en la avenida de la Diagonal o la torre de comunicación de Collserola.
Una imagen.
La puesta de sol entre las palmeras frente a la playa.
Un recuerdo.
Cuando era pequeña, todos los sábados por la mañana mi padre nos llevaba a Plaza Catalunya, donde siempre había un grupo de rock que tocaba. Luego bajábamos las Ramblas caminando: aún estaban aquellos quioscos viejos que vendían periódicos, flores, pájaros, y todo tipo de pequeños animales. Mientras paseábamos, me encantaba dar “pesetas” a las estatuas humanas que íbamos encontrando y que tanto caracterizaban las Ramblas. ¡Qué candor tenía aquel paseo!
Un secreto.
El búnker de la guerra civil, en el turó de la Rovira, desde donde se puede ver toda Barcelona.
Dónde comer.
Flash flash.
Dónde comprar.
Borne.
Una preocupación.
Ir a los teatros, cines, museos… es excesivamente caro. Creo que sería necesario invertir más en cultura para hacerla accesible a todos.
Una persona.
Muchas: mi familia. *
Foto cabecera de Julie Reggiani.
Arriba, foto de Océane.
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