Colour, colour and more colour. Especially when the sun starts to shine, days get longer, the atmosphere gets filled with pollen and all of us need more vitamins than ever. Not of the sort that come encapsulated, though, but those that bring joy, wellbeing, light and why not insisting, colour. ‘Somlesdues’ (it literally means ‘we are both of us’), is a brand that has managed to capture all the good things of Barcelona and the Mediterranean culture in its gorgeous scarves. I go to their office next to Santa Amelia Park to meet its two creators: Roser Bufau (Barcelona, 1972) and Gemma Grau (Barcelona, 1972). While they show me their new collection, they tell me everything that inspires them: ‘fashion and latest trends, yes, but also art, architecture or design and also people and our city, Barcelona.’ These, ladies and gentlemen, are the vitamins that really matter.

Where does the name ‘Somlesdues’ come from?

We wanted a name that was friendly and that said something about us, but without using our names directly. Gemma focuses more on communication and design; Roser is dedicated to the brand’s accounting and logistics.

A great team. How did you start?

We met about fifteen years ago working in a business strategy consulting office where we worked with customers from various sectors. At that time, we both had the desire of creating a project from scratch and we where very attracted by the world of accessories.

And you decided to make scarves.

Yes, because ten years ago the concept of the scarf changed: the pieces became larger and began to be worn in a more laid back way. This trend captivated us from a very early stage and we started to follow brands that had a particular style that we liked, but at the same time we wanted to create something different, especially in the way fabrics and colours were used. We were also interested in following the whole process of making each piece, from purchasing the raw materials to the distribution. So, two years ago we decided to start ‘Somlesdues’.

And what is the process of making the ‘Somlesdues’ scarves?

We are committed to produce locally and in a very high quality. In the last decades, the textile industry in Catalonia has declined. So we buy the raw fabric in Italy, it is the nearest place where fabrics are manufactured in the standards that we want and using all the natural materials that we like to work with: cashmeres, silks, modals … Other than that, all the process takes place here. We are interested in making a product that identifies us with Barcelona, both in its aesthetics, cheerful and the Mediterranean, and in its production. Making our scarves locally is not only important for these reasons, but also because from here, it is more effective to control how things get done: how colours look after dyeing the fabrics, a process that is totally made by hand, piece by piece, as well as the finish of each scarf, everything is done by artisans in small workshops around Catalonia.

To what extent are your collections inspired in Barcelona? And what idea of the city do you want to convey through your products?

The city inspires us to the point that the logo that represents the brand is the famous flower that you can find in many of the city’s pavements. Then, we are interested in the vision of a bright Barcelona, full art, history and culture. In fact, we have presented our collections by hanging scarves in particular spots of the city, we want to celebrate everything that inspires us such as Miró, the strength of the colours in Gaudi, the details in every corner of his architecture and the famous brittle seats located in Parc Güell in which we have based some of our latest pieces. We have also created a collection inspired by the hydraulic floor that many traditional flats in the Eixample area have. Also, recently, we have developed a collaboration with three Catalan painters who have allowed us to print a copy of their paintings in some scarves. Architecture and art inspire us more than fashion itself.

You also put a lot of emphasis in Barcelona as a Mediterranean city.

Yes, this is also important. We like to photograph our scarves on the beach, tied to boats or placed on doors of old fishermen’s houses. One of our bestselling pieces represented a map of the Balearic Islands with each island printed in a different kind of blue. We love using colours in many variations of their shades, especially those that are not obvious. When we choose one of these colours, we look at elements of nature and wonder: “what is the colour of wood, of stone, of the sea or of a storm?” We interpret this in each of our pieces and we usually seek a unique hue: gray blue, blue green … That is one of the things that makes the scarves so special.

Finally, if Barcelona was a colour, what would it be?

(Laughs) Barcelona has as many colours as people: a very wide range. It is impossible to choose just one! ∗

Somlesdues


Color, color y más color. Especialmente cuando llega el buen tiempo, el día se alarga, la atmósfera se llena de polen y todos seguimos -siempre- necesitando vitaminas. Pero no de aquellas que vienen encapsuladas, sino de las que te aportan alegría, bienestar, luz y porque no insistir, color. ‘Somlesdues’ (literalmente significa ‘somos las dos’) es una marca que ha conseguido plasmar todas las cosas buenas de Barcelona y de la cultura Mediterránea en sus magníficos fulares. Me acerco a la oficina situada junto al Parque de Santa Amelia para conocer a sus dos creadoras: Roser Bufau (Barcelona, 1972) y Gemma Grau (Barcelona, 1972). Mientras me enseñan la colección del próximo otoño, me describen todo lo que les aporta inspiración: ‘la moda y las últimas tendencias, sí, pero también el arte, la arquitectura o el diseño y la gente, y nuestra ciudad, Barcelona.’ Estas son, señoras y señores, las vitaminas que más importan.

¿De dónde surge el nombre ‘Somlesdues’?

Queríamos un nombre que fuera amable y que hiciera referencia a nosotros, pero sin usar directamente nuestros nombres. Gemma se centra más en la comunicación y el diseño, Roser se dedica a la contabilidad y a la parte de logística.

Un buen equipo. ¿Cómo empezasteis?

Nos conocimos hace unos quince años trabajando en una consultoría de estrategia comercial, llevábamos clientes de muchos sectores distintos. En ese momento, ambas ya teníamos la inquietud de lanzarnos desde cero a crear un proyecto nuestro y nos atraía mucho el mundo de los complementos.

Y os decidisteis por fulares.

Sí, porque hace unos diez años el concepto del fular cambió radicalmente: las piezas se volvieron más grandes y se empezaron a llevar de una manera más desenfadada, ya no tanto como pañuelos. A nosotros nos atrajo esta tendencia desde el principio y comenzamos a seguir marcas que tenían un estilo muy propio que nos gustaba, pero al mismo tiempo queríamos crear algo diferente, sobre todo en el uso de los tejidos y de los colores. También nos interesaba seguir todo el proceso de confección de cada pieza: desde la compra de la materia prima hasta la distribución. Así que hace dos años nos decidimos a iniciar ‘Somlesdues’.

Y en qué consiste el proceso de confección de los fulares de ‘Somlesdues’?

Hemos apostado por un producto local y de altísima calidad. Hace décadas que la industria textil en Cataluña ha decaído. Por lo tanto, compramos el tejido en crudo en Italia que es el lugar más cercano donde se fabrica una tela con los estándares que queremos y con los tejidos nobles con los que nos gusta trabajar: cashmir, sedas, modales … El resto del proceso se lleva a cabo aquí: nos interesa que el producto esté identificado con Barcelona, tanto en su estética, alegre y Mediterránea, como en su producción. No sólo producimos aquí por estos motivos que son importantes, también porque así es más eficaz poder controlar cómo se hacen las cosas: cómo quedan los colores después de teñir la ropa, un proceso que se realiza de forma totalmente artesanal, pieza por pieza, igual que los acabados de los fulares con sus hilos deshilachados, todo se hace artesanalmente en pequeños talleres de Cataluña.

¿Hasta qué punto vuestras colecciones están inspiradas en Barcelona? Y, ¿qué idea de la ciudad queréis transmitir a través de vuestros productos?

La ciudad nos inspira hasta el punto que el logo de la marca representa la conocida flor que encuentras en muchos de sus pavimentos. Después, nos interesa la visión de una Barcelona luminosa, llena arte, de historia y cultura. De hecho, hemos presentado nuestras colecciones colgando los fulares en algunos puntos concretos de la ciudad, justamente para celebrar todo aquello que nos inspira como por ejemplo: las esculturas de Miró y la fuerza de sus colores o la obra de Gaudí, los detalles que encuentras en cada rincón de su arquitectura y el famoso mosaico de quebradizo del Parque Güell en el cual hemos basado algunas de nuestras últimas piezas. También hemos creado una colección inspirada en los suelos hidráulicos que hay en las casas tradicionales del Ensanche y también ahora hemos hecho una colaboración con tres pintoras catalanas que nos han dejado plasmar una obra suya en algunos de nuestros fulares. La arquitectura y el arte nos inspiran más que la moda en sí misma.

También ponéis mucho énfasis en Barcelona como ciudad Mediterránea.

Para terminar, ¿de qué color es Barcelona?

(Laughs) Barcelona has as many colours as people: a very wide range. It is impossible to choose just one! ∗

Somlesdues


Color, color i més color. Especialment quan arriba el bon temps, el dia s’allarga, l’atmosfera s’omple de pol·len i tots seguim —sempre— necessitant vitamines. Però no d’aquelles que venen encapsulades, sinó de les que t’aporten alegria, benestar, llum i, per què no insistir, color. Somlesdues és una marca que ha aconseguit plasmar totes les coses bones de Barcelona i de la cultura mediterrània en els seus magnífics fulards. M’acosto a l’oficina situada al costat del parc de Santa Amèlia per conèixer les seves dues creadores: Roser Bufau (Barcelona, 1972) i Gemma Grau (Barcelona, 1972). Mentre m’ensenyen la col·lecció de la propera tardor, m’expliquen tot allò que els aporta més inspiració: «La moda i les darreres tendències, sí, però també l’art, l’arquitectura, el disseny, la gent, i la nostra ciutat, Barcelona.» Aquestes són, senyores i senyors, les vitamines que més importen.

 

D’on sorgeix el nom Somlesdues?

Volíem un nom que fos amable i que fes referència a nosaltres, però sense fer servir directament els nostres noms. La Gemma se centra més en la comunicació i el disseny, i la Roser es dedica a la comptabilitat i a la part de la logística.

Un bon equip. Com vau començar?

Ens vam conèixer fa uns quinze anys treballant en una consultoria d’estratègia comercial. Teníem clients de sectors molt variats. En aquell moment, totes dues ja teníem la inquietud de llançar-nos a crear un projecte propi des de zero, i ens atreia molt el món dels complements.

I us vau decantar pels fulards.

Sí, perquè fa uns deu anys el concepte del fulard va canviar: les peces es van tornar més grans i es van començar a portar d’una manera més desenfadada, ja no tant com a mocadors. A nosaltres ens va atreure aquesta tendència des del principi i vam començar a seguir marques que tenien un estil molt propi i que ens agradava, però al mateix temps volíem crear una cosa diferent, sobretot en l’ús dels teixits i dels colors. També ens interessava seguir tot el procés de confecció de cada peça: des de la compra de la matèria primera fins a la distribució. Fa dos anys que vam decidir-nos a iniciar Somlesdues.

I en què consisteix el procés de confecció dels fulards de Somlesdues?

Hem apostat per un producte local i d’altíssima qualitat, però fa dècades que la indústria tèxtil a Catalunya ha decaigut molt. Per tant, comprem el teixit en cru a Itàlia, que és el lloc més proper on es fabrica una roba amb els estàndards que volem i amb les matèries nobles que ens agrada treballar: caixmirs, sedes, modals (tipus de raió)… La resta del procés es fa aquí; ens interessa que el producte estigui identificat amb Barcelona, tant en la seva estètica, alegre i mediterrània, com en la seva producció. No només produïm aquí per aquests motius, que són importants, sinó també perquè així és més eficaç poder controlar com es fan les coses; per exemple, com queden els colors després de tenyir la roba, que és un procés que es fa de manera totalment artesana, peça per peça, igual que els acabats dels fulards, amb els seus fils desfilats. Tot es fa a mà en petits tallers de Catalunya.

Fins a quin punt les vostres col·leccions estan inspirades en Barcelona? I quina idea de la ciutat voleu transmetre a través dels vostres productes?

La ciutat ens inspira fins al punt que el logotip de la marca representa la coneguda flor que trobes en molts dels paviments de la ciutat. Després, ens interessa la visió d’una Barcelona lluminosa, plena d’art, d’història i de cultura. De fet, hem presentat les nostres col·leccions penjant els fulards en alguns punts concrets de Barcelona justament per celebrar tot allò que ens inspira, com per exemple, de Miró, la força dels colors, o de Gaudí, els detalls que trobes en cada racó de la seva arquitectura o el trencadís del parc Güell, en el qual hem basat algunes de les nostres darreres peces. També hem creat una col·lecció inspirada en els terres hidràulics que hi ha a les cases de l’Eixample, i ara hem fet una col·laboració amb tres pintores catalanes que ens han deixat plasmar una obra seva en alguns dels nostres fulards.L’arquitectura i l’art ens inspiren més que la moda en si mateixa.

També poseu molt èmfasi en Barcelona com a ciutat mediterrània.

Sí, això també és important. Ens agrada fotografiar els fulards a la platja, lligats a barques o posats sobre portes d’antigues cases de pescadors. Un model que va tenir molt d’èxit representava un mapa de les Illes Balears, cada illa d’un blau diferent. Fem servir colors vius, amb molts matisos del blau o del vermell, sense que siguin evidents. A l’hora de triar un d’aquests colors, ens fixem en elements naturals i ens preguntem: Quin color té la fusta, la pedra, el mar o una tempesta? Volem interpretar això en cada una de les nostres peces, i normalment busquem que hi hagi un cert matís: grisos blavosos, blaus verdosos… Els resultats respiren aquesta subtilitat.

Per acabar, quin color diríeu que té Barcelona?

(Rialles). Barcelona té tants colors com persones: tota una gamma molt variada. Impossible de triar-ne només un!

Somlesdues

———————-

Has gaudit d’aquest contingut?
Aquí pots donar suport a Barcelonogy:




O si ho preferiu, fer una aportació mensual: